En 1985, la escritora Eiko Kadono publicó “Nicky, la aprendiz de bruja”, una historia sobre una bruja joven y atolondrada que inspiró uno de los títulos más célebres de la filmografía de Hayao Miyazaki. Tres décadas después, Takashi Shimizu (conocido internacionalmente como el creador de títulos emblemáticos como “La maldición” o “El grito”) nos brinda un inesperado giro en su filmografía para recuperar al personaje y trasladarlo a la imagen real para homenajear al director de "El viaje de Chihiro", manteniendo intacto el ensueño de los escenarios y añadiendo la magia de los efectos visuales. Una revisión del clásico de animación para toda la familia. Como manda la tradición de las brujas, al cumplir los 13 años Nicky se ve obligada a abandonar su hogar durante un año entero para desarrollar al completo sus poderes y aprender a usarlos para ayudar a los demás. Montada en su escoba voladora y acompañada por su fiel gato Jiji, Nicky pondrá rumbo a Koriko, un pequeño pueblo costero donde vivirá increíbles aventuras y hará grandes amistades, pero también tendrá que hacer frente a las dificultades de ser una bruja y tener poderes que la hacen diferente del resto de personas.